El Laboratorio Urbano Bogotá – Región, nace de una alianza entre Probogotá y la Universidad de los Andes, que ponen en conversación el futuro de la prospectiva de oportunidades del desarrollo urbano y su huella en la ciudad región.
Con el fin de realizar un análisis objetivo del escenario actual en materia de movilidad y desarrollo urbano, se llevó a cabo el lanzamiento del Laboratorio Urbano Bogotá – Región, una ambiciosa estrategia que propone iniciativas que anticipen soluciones integrales a dinámicas urbanas relevantes y la aplicación de nuevas tecnologías y herramientas digitales para la evaluación de alternativas que proyecten soluciones a las principales problemáticas urbanas a través de consensos técnicos incidentes para la toma de decisiones.
El Laboratorio Urbano Bogotá – Región, nace de una alianza entre Probogotá y la Universidad de los Andes, que ponen en conversación el futuro de la prospectiva de oportunidades del desarrollo urbano y su huella en la ciudad región.
“Esta alianza puesta al servicio de las soluciones de la ciudad, permite generar una conversación a futuro frente las oportunidades de cubrir las necesidades de nuestra sociedad; por eso encontramos de la mayor importancia apalancarnos en la ciencia y en los datos para mejorar la calidad de vida de los habitantes y los mejores instrumentos para articular de la mejor manera la toma de decisiones” afirmó María Carolina Castillo presidente de Probogotá.
Por su parte Juan Pablo Bocarejo, director del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad de los Andes, indicó que el plan de obras proyectado para Bogotá es uno de los más ambiciosos del país, y el éxito de su implementación dependerá de las decisiones acertadas soportadas en la técnica y la tecnología.
El Laboratorio Urbano de Bogotá Región, centra especialmente sus temas de discusión en dos proyectos: Bogotá se prepara para el metro y la construcción de un gemelo digital para el seguimiento de obras de infraestructura, temas que jalonan el desarrollo urbano valorizando y haciendo proyectos eficientes e inclusivos.
Durante el panel que reunió a expertos en temas de ciudad, el Secretario de Planeación Distrital, Miguel Silva Moyano, señaló que en el año 2027 se entrega el 99.7 % de la primera línea del Metro de Bogotá, un tema que va de la mano de la construcción de confianza que está intrínseco en el Plan Distrital de Desarrollo “Bogotá Camina Segura” el cual será sancionado por el alcalde Carlos Fernando Galán en los próximos días.
“La construcción de confianza transita por los cinco objetivos del mismo Plan Distrital de Desarrollo, donde declaramos que queremos extender la red del Metro que llegue a la calle 100, hablamos de la segunda línea del Metro, que beneficiará 2,5 millones de habitantes, conectando las zonas nororiental y noroccidental de la ciudad en un trazado de 15,5 km, y la tercera línea del Metro que cierre por el occidente permitiendo conformar un anillo que conecte a las localidades de Bosa, Kennedy, Engativá, Fontibón y Suba. No de manera aislada”. Indicó el funcionario.
¿Qué hacer con el POT?
La crítica al Plan de Ordenamiento Territorial –POT, cuestionaba desde la administración distrital si se trabajaba con el POT vigente o plantear uno nuevo. Las conversaciones con el sector privado, la academia y diferentes actores no se centraban en este tema, sino en la incertidumbre frente a la norma.
“Por esta razón vamos con la norma que está vigente, para generar la confianza y tener la certeza de poder avanzar en un desarrollo urbano sostenible, por ejemplo con los Proyectos de Renovación Urbana para la Movilidad Sostenible –PRUMS, en donde convergemos la institucionalidad, la academia el sector privado con grandes proyectos de infraestructura que nos permita visibilizar además la forma como habitamos el espacio público apoyados en la apertura de datos e información” puntualizó el secretario.
Esta apuesta de innovación, es un espacio donde se genera conocimiento, gracias a la información con la que cuentan las entidades y la capacidad de generar sinergia para analizar los datos que permita definir buenos productos que impacten de manera positiva en la calidad de vida de la ciudadanía.