Las metodologías de estratificación surgieron a raíz de vacíos conceptuales para una adecuada y única estratificación socioeconómica para los municipios del país, en gran parte producidos por la carencia de normas y metodologías precisas.
En 1990, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) decidió unificar las metodologías existentes, retomando un procedimiento de cálculo inicialmente adoptado por el DANE en 1983 y mediante la creación de un comité interinstitucional, fijó las pautas administrativas y asignó competencias para su aplicación.
Por otra parte, gracias a la diversidad de municipios en cuanto a tamaño y desarrollo, fue necesario establecer una tipología de cabeceras municipales y aplicar una metodología de estratificación a cada grupo homogéneo de municipios.
La legislación nacional determinó que el Departamento Nacional de Planeación diseñara las metodologías para la elaboración y la adopción de las estratificaciones socioeconómicas por parte de los municipios y distritos del país. Las primeras fueron entregadas en 1994.
La metodología urbana que se aplica en Bogotá desde 1996, es única en razón a sus grandes conglomerados de viviendas homogéneas, de su gran y compleja diversidad de actividades económicas, de sus características poblacionales y de sus bajos indicadores en necesidades básicas insatisfechas comparados a nivel nacional. La unidad de estratificación es la vivienda, la unidad de observación es el lado de la manzana y la unidad de análisis es la manzana.
Esta metodología no fue diseñada para captar las condiciones socioeconómicas individuales de las manzanas ni de los hogares; se centra en calificar las características físicas exteriores de las viviendas y el nivel de desarrollo de su entorno. El instrumento de estratificación está conformado por el indicador de estrato, el formulario de captura de las características de las viviendas y su entorno, el modelo estadístico de clasificación y el software con el cual se estiman los puntajes para establecer el estrato con base en un modelo estadístico.
Se aplica a los predios con vivienda ubicados entre el límite de la cabecera – perímetro urbano – y el límite distrital. En el área rural se identifican dos clases de poblamiento: las fincas y viviendas dispersas y los centros poblados.
Las fincas y viviendas dispersas del sector rural son susceptibles de ser estratificadas en los seis (6) estratos. La clasificación en cada uno de los estratos se basa en la evaluación de dos criterios: las características de las viviendas rurales y la productividad de los predios, expresada en el número de UAFs - Unidad Agrícola Familiar- contenidas en cada uno de los predios evaluados. Por cada uno de los dos criterios se genera un estrato para cada predio. El estrato definitivo que se adopta en el decreto de estratificación es el mayor de los dos.
Según el manual de estratificación elaborado por el Departamento Nacional de Planeación –DNP- “la unidad de estratificación socioeconómica rural es el predio con vivienda o la vivienda independiente o mejora. No se estratifican edificaciones como fábricas, ingenios, bodegas, establos, clubes, etc,., en los cuales pueden o no habitar personas que se encargan de su vigilancia. Tampoco se estratifican las viviendas colectivas, o sea las edificaciones en donde residen grupos de personas que comparten el techo y ordinariamente los alimentos por razones de trabajo, disciplina, recreación, salud, religión o castigo, tales como conventos, cuarteles, escuelas, estaciones de investigación, institutos vacacionales o agrícolas, hogares o granjas juveniles, iglesias, etc. “.
La calificación de las viviendas de los predios rurales se realiza a partir de dos fuentes de información, la base catastral predial y los formularios de vivienda recolectados en campo, en los casos en los que sea necesario (reclamaciones o novedades). En la calificación de las viviendas se tiene en cuenta la estructura, los acabados, el baño principal y la cocina.
La eficiencia productiva promedio para cada predio se calcula a partir del indicador de productividad que es el cálculo de la UAF para cada zona rural. En el Distrito Capital se definieron tres: Zona Norte, Cuenca del Río Tunjuelo y Sumapaz.